Valeria Hernández
Ramírez
Calavera literaria.
Como en cada
día de muertos…
la catrina ya desconsolada
porque de
pronto enfermo de tos
como no tenía remedio se sentía devastada
¡corre!
¡corre! Sofía anda en el panteón
sin saber que
la catrina enferma estaba
Sofí sintió
que se le salía el corazón
al verla llegar y que a ella buscaba
¡no!, no me
lleves calaquita
te lo pido, te
lo suplico
déjame jugar
por aquí cerquita
la calaca no
quería y salto con su pico.
Muy espantada su prima Valeria
pide ayuda a
su vecina que alegre bailaba
la catrina solo se divertía
mientras a las
primas correteaba.
La flaca
catrina elegante sonreía
para poder
llevarse a las primas
al panteón no importaba si Sofía no quería
pero sofí
acepto y se marchó con alegría
En el momento
que llegaron al fiestón
Sofía estaba
muy emocionada
comieron un
delicioso chicharrón
pero de tanto
bailar, Sofía se sintió cansada.
La catrina ya
estaba muy contenta
sofí le enseño
que la vida está llena de alegría
se despidieron las amigas, sofís se marchó por la puerta Sofía
nunca se olvidó de su amiga y siempre le escribía.
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