viernes, 30 de octubre de 2020

 

                                              Valeria Hernández Ramírez 

Calavera literaria.                 

Como en cada día de muertos…

 la catrina ya desconsolada

porque de pronto enfermo de tos

 como no tenía remedio se sentía devastada 

 

¡corre! ¡corre! Sofía anda en el panteón

sin saber que la catrina enferma estaba

Sofí sintió que se le salía el corazón

 al verla llegar y que a ella buscaba

 

¡no!, no me lleves calaquita

te lo pido, te lo suplico

déjame jugar por aquí cerquita       

la calaca no quería y salto con su pico.

 

 Muy espantada su prima Valeria

pide ayuda a su vecina que alegre bailaba

 la catrina solo se divertía

mientras a las primas correteaba.

 

La flaca catrina elegante sonreía

para poder llevarse a las primas

 al panteón no importaba si Sofía no quería

pero sofí acepto y se marchó con alegría

 

En el momento que llegaron al fiestón 

Sofía estaba muy emocionada

comieron un delicioso chicharrón  

pero de tanto bailar, Sofía se sintió cansada.

 

La catrina ya estaba muy contenta

sofí le enseño que la vida está llena de alegría   

se despidieron las amigas, sofís se marchó por la puerta Sofía

nunca se olvidó de su amiga y siempre le escribía.                                             

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